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Más acusaciones contra Efromovich en escándalo Petrobras: contratos con sobrecostos de US$270 millones

Delcídio do Amaral es una figura política muy controvertida en Brasil y pasó a convertirse en pieza clave del engranaje de sobornos en el caso Petrobras. El 25 de noviembre 2015 fue detenido por cargos de tratar de obstruir las investigaciones de la operación “Lavajato”. Fue el primer senador detenido en el ejercicio de la función en la historia de Brasil. Terminó siendo expulsado del Partido de los Trabajadores (de Lula da Silva y Dilma Rousseff) y fue liberado de prisión en febrero pasado después de negociar un acuerdo con los fiscales federales.

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Lo delata Delcídio do Amaral, el primer senador detenido en el ejercicio de su función en la historia de Brasil y quien fue liberado de prisión en febrero pasado después de negociar un acuerdo con los fiscales del escándalo Lavajato. Marítima Petróleo e Engenharia, controlada por el dueño de Avianca, según el testimonio (que Primera Página divulga íntegro) recibió contratos de Petrobras favorecido por el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Sus astilleros incumplieron y quebraron. A otro capturado, el empresario José Carlos Bumlai, amigo de Lula da Silva, le hallaron documentos de Marítima. Efromovich ya fue señalado en otro caso de pago de sobornos al expresidente de Transpetro, una subsidiaria de Petrobras.

“A finales de 1994, el empresario Germán Efromovich era dueño de una pequeña empresa que prestaba servicios de mantenimiento submarino en el sector petrolero: Marítima. Su trabajo consistía en poner los buzos en el fondo del mar para comprobar que los equipos de las compañías a las que prestaba su servicio estaban en orden. En ese momento, la empresa funcionaba en una casa de una favela (barrio pobre) en las afueras de Río de Janeiro. Hasta aquí, todo normal. Lo que causó extrañeza fue el hecho de que, menos de un año después, la insignificante Marítima, cuyo patrimonio no llegaba a US$1 millón, comenzó a ganar casi todas las licitaciones de Petrobras para la construcción de plataformas de perforación y exploración de petróleo. Un área donde Efromovich no poseía una mínima experiencia y que involucraba contratos superiores a US$2 mil millones.

Este logro en los negocios sería digno de figurar en el libro de récords. Pero Marítima no consiguió hacer nada bien a partir de ahí. Comenzó a incumplir todos los contratos, siempre contando con la vista gorda de quien debería ser riguroso con ella, Petrobras. Entre los contratos estaba el de la superplataforma P-36, la mayor del mundo, que llegó al país hace unos días, con un retraso de cuatro meses. Peor: la P-36 sólo estuvo lista después de que Petrobras se vio obligado a desembolsar US$45 millones debido a que Marítima no cumplió con su parte del contrato. Si no se hace esto, la plataforma sólo entraría en funcionamiento a finales del año que viene - y cada día de retraso cuesta mucho dinero, ya que se hacen imposibles todos los objetivos de producción de petróleo.

Las proezas de Efromovich comenzaron a notarse a finales de 1995, algunos meses después de que el superintendente de Ingeniería de Petrobras, Antônio Carlos Agostini, fuera promovido a director de Exploración y Producción de la compañía. Agostini era conocido de larga data de Efromovich. En esa época, Petrobras decidió abrir licitación para la construcción de dos plataformas de producción de petróleo. Los documentos de licitación contenían, sin embargo, una cláusula que todos los participantes decían era imposible de cumplir: un plazo de 18 meses para que la plataforma entrara en funcionamiento. Pero Petrobras, entonces presidida Joel Rennó, se mantuvo firme alegando que había empresas que decían que eran capaces de cumplir con el plazo. Esas "empresas" a las que Petrobras se refería, eran sólo una - Marítima. Para sorpresa del mercado, fue la vencedora de la licitación de un contrato de US$720 millones. Lo que aconteció a partir de ahí fue una sucesión de absurdos. Marítima no tenía ningún proyecto ni el astillero contratado para la ejecución de la obra, ni tampoco financiamiento. Pero a Petrobras no parecía importarle mucho. En 1997, la estatal abrió una nueva licitación y declaró ganadora a Marítima, en ese momento morosa.

 

Esa es una tendencia de Efromovich, de 49 años, que siempre guió su vida profesional. Cuando su empresa todavía estaba comenzando, él acostumbraba impresionar a sus potenciales clientes programando reuniones en el Hotel Sheraton carioca, cinco estrellas. En verdad, debido al poco dinero que poseía entonces, se alojaba en hoteles baratos en una zona bohemia de Río. Tomaba un autobús dos horas antes de la reunión, atravesando toda la Zona Sur de la ciudad para llegar al hotel y dar la impresión de que se hospedaba allí. Su salto, sin embargo, fue con Petrobras. La compañía le pidió que hiciera el mantenimiento de una plataforma en 1988 y le preguntó a Efromovich si el barco que poseía tenía las condiciones de hacer el trabajo. Efromovich no pestañeó. Dijo que sí. Era una mentira. Pero, en el entretanto, hizo de tripas corazón para adaptar su barco al servicio, comprometiéndose a trabajar tres años de gracia para un astillero que accedió a realizar el ajuste. Ahora puede estar llegando a su fin la era de Efromovich en la estatal. Petrobras se prepara para cancelar el resto de los contratos que están incumpliendo la hora acordada. "Petrobras está siendo injusto", dijo el empresario, con un fuerte acento boliviano, nacionalizado brasileño”.

 

Esa historia premonitoria, contada en diciembre de 1999 por la revista brasileña “Veja”, pero que entonces fue tomada como pura anécdota, acaba de ser reescrita en su integridad como otro de los escándalos de corrupción de Petrobras, y se titula hoy en documentos judiciales bajo el capítulo de “Sobornos en la adquisición de sondas y plataformas en la gestión de Joel Rennó”. Implicados: Empresa Marítima, Germán Efromovitch y Joel Rennó.

La confesión contra Efromovich

Las acusaciones de Delcídio do Amaral que involucran a Germán Efromovich, el dueño del Grupo Synergy y de la aerolínea Avianca, se centran en la empresa Marítima Petróleo e Engenharia Ltda. Cuenta cómo Marítima era una pequeña empresa en la década de 1990, que tuvo un crecimiento vertiginoso "en un corto espacio de tiempo" y pasó a proporcionar sondas y plataformas para Petrobras en contratos por US$2.000 millones.

Don Efro y el mayor desastre petrolero en Brasil

Se supo después del colapso de la plataforma P-36 que sólo actuaron como intermediarios del contrato (gerentes de una reforma) el yerno del presidente Fernando Henrique Cardoso, David Zylberstajn y el empresario Germán Eframovitch, propietario de Marítime Marino en compañía de una "prueba-rail "los tucanes que tenían las compañías shell Offshore en el extranjero y de inclinación en las Islas Caimán.

El ganadero y documentos sobre Efromovich

Allanamientos realizados en el apartamento del ganadero José Carlos Bumlai en Sao Paulo descubrieron documentos bastante esclarecedores relativos a los negocios con la compañía Marítima Petróleo e Engenharia Ltda., de Germán Efromovich, quien ha tenido vínculos con el ex presidente Lula por muchos años.

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A esa delación se unió el hallazgo hecho a manos del empresario ganadero José Carlos Costa Marques Bumlai, amigo del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva. Tras ser capturado por integrar el esquema de sobornos, en el apartamento de Bumlai en Sao Paulo, agentes federales encontraron documentos relativos a los negocios con la compañía Marítima Petróleo e Engenharia, de Germán Efromovich, y que suponen que Bumlai usó sus contactos políticos para influir en la contratación de Marítima para el fletamento y la provisión de equipos de perforación para Petrobras.

EL TESTIMONIO DE DELCÍDIO

 

Delcídio do Amaral es una figura política muy controvertida en Brasil y pasó a convertirse en pieza clave del engranaje de sobornos en el caso Petrobras. Ingeniero eléctrico, inició su carrera como jefe de máquinas en la central hidroeléctrica de Tucuruí, Pará, trabajó para Shell en los Países Bajos, y para Eletrosul, una filial de la estatal Eletrobras.

 

Fue secretario ejecutivo del Ministerio de Minas y Energía, y presidente de la Junta Directiva de la minera de Vale do Rio Doce y durante el Gobierno de Cardoso (1995-2002), fue director de Gas y Energía de Petrobras entre 2000 y 2001 cuando trabajó con Nestor Cervero y Paulo Roberto Costa, dos delatores en la operación “Lavajato”.

 

Fue senador hasta el 25 de noviembre 2015, cuando fue detenido por cargos de tratar de obstruir las investigaciones de la operación “lavado de coches”. A lo largo de la investigación, Delcídio fue mencionado por Nestor Cervero y acusado de participar en el esquema de desvío de coimas en la compra de una refinería para Petrobras en Pasadena, en los Estados Unidos.

 

Delcídio Amaral fue el primer senador detenido en el ejercicio de la función en la historia de Brasil. Terminó siendo expulsado del Partido de los Trabajadores (de Lula da Silva y Dilma Rousseff) y fue liberado de prisión en febrero pasado después de negociar un acuerdo con los fiscales federales.

 

En su testimonio contó cómo el presidente Petrobras durante la mayoría del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, Joel Rennó, tuvo el "apoyo político como ningún otro lo ha tenido en la historia".  Sus acusaciones que involucran a Germán Efromovich, el dueño del Grupo Synergy y de la aerolínea Avianca, se centran en la empresa Marítima Petróleo e Engenharia Ltda. Cuenta cómo Marítima era una pequeña empresa en la década de 1990, que tuvo un crecimiento vertiginoso "en un corto espacio de tiempo" y pasó a proporcionar sondas y plataformas para Petrobras.

 

El esquema de fraude en Petrobras con los constructores de plataformas ya había sido objeto de una operación de la Policía Federal en el año 2007 llamado Deep Water (Aguas profundas). Sin embargo todo el esquema de corrupción en la petrolera estatal Petrobras fue revivido en 2014 bajo el nombre “Lavajato”, la mayor investigación contra la corrupción y el lavado de dinero en la historia de Brasil.

 

El nombre de la operación se deriva del uso de la red de estaciones de servicio y las instalaciones de lavado de coches para mover fondos ilícitos que pertenecen a una de las organizaciones criminales que investigó inicialmente en Curitiba, centro de operaciones de Amaral. Aunque la investigación ha avanzado a otras organizaciones criminales, el nombre original fue consagrado.

 

Todos los escándalos comenzaron en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, pero sobrevivieron y prosperaron bajo los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rosseff, quien fue presidenta de Petrobras.

 

Delcídio do Amaral se refirió en sus declaraciones a los fiscales a las licitaciones de las plataformas P-36, P-37 y P-40 entregadas a Marítima Petróleo e Engenharia Ltda. de Efromovich – y de las sondas de perforación conocidas como "Las Amatistas"-  que según él costaron al menos US$270 millones más de lo previsto inicialmente y tuvieron una "demora indebida" en la construcción.

 

Detalló el caso de la plataforma P-36, que tuvo su costo aumentado en US$100 millones después de los reiterados incumplimientos. En el caso de la plataforma P-37, Amaral dijo que Marítima ganó la licitación "sin más explicaciones" después de su propuesta inicial fue descalificada.

 

Marítima fue la única compañía que estuvo de acuerdo con los plazos de construcción propuestos por Petrobras, después de que "todos los demás competidores se negaron a cumplir con esos plazos". Las obras terminaron incurriendo en amplios retrasos y, en el año 1999, siendo presidente de Petrobras Henri Philippe Reichstul, fueron declarados incumplidos los contratos.

 

La decisión generó pleitos por millones de dólares entre Marítima y Petrobras, en procedimientos judiciales en Londres y Nueva York. Uno en Londres lo ganó la petrolera estatal por más de US$400 millones. Efromovich fue sancionado para participar en nuevas licitaciones de Petrobras, volviendo a poder ofertar sólo a finales de los años 2000, cuando regresó como propietario del astillero Mauá, de Niterói (Río de Janeiro).

Los principales extractos de la declaración de Delcídio do Amaral bajo el acuerdo con el fiscal respecto de Germán Efromovich:

"El declarante tuvo conocimiento de los hechos contenidos en el mismo cuando era director de Petrobras (1999-2001). La intención del declarante es advertir que las ilegalidades en los contratos de Petrobras no son nuevas, es decir, que han tenido lugar desde hace mucho tiempo; que las irregularidades se produjeron bajo la administración de Joel Rennó, en algunos casos para el enriquecimiento personal y también para financiar campañas políticas. Uno de los empresarios involucrados por las irregularidades era Germán Efromovich, dueño de la compañía Marítima, empresa que suministra sondas y plataformas para Petrobras (...)

….Tuvo conocimiento de las irregularidades cometidas entre Marítima, Efromovitch Germán y Petrobras cuando la empresa estatal fue presidida por Joel Rennó (1992-1999) en contratos para el suministro de equipos de perforación y plataformas de petróleo. En la década de 1990, Marítima era sólo una pequeña empresa de mantenimiento de los equipos subacuáticos para la producción de petróleo de Petrobras en la Cuenca de Campos. En un corto tiempo, la empresa tuvo un crecimiento vertiginoso y comenzó a proporcionar sondas y plataformas para Petrobras.

Plataforma P-36: el primer crimen ocurrió en la adquisición de la plataforma P-36 para utilizar en el campo petrolero de Marlin y se trasladó a los yacimientos de petróleo Roncador. Esta plataforma debería ser entregada en 1998, pero llegó a Río de Janeiro solamente a finales de 1999 y aún estaba incompleta. El contrato entre Marítima y Petrobras para la adquisición de la plataforma costaría aproximadamente US$400 millones a Petrobras. Sin embargo, después de tantos retrasos, que la P-36 pasara a través de Canadá y Singapur antes de aterrizar en Río de Janeiro, la compra tuvo un costo de más de US$500 millones, en una lesión aguda es Petrobras.

Plataforma P-37: Otra adquisición que también siguió el mismo "modus operandi" fue la de la plataforma P-37, contratada a través del proceso de licitación en el que los dos licitadores, entre ellos Marítima, fueron, en un principio, descalificados. Sin embargo, sin más explicaciones, el Directorio de Petrobras sorprendentemente rehabilitó a Marítima, permitiendo así la construcción de la plataforma P-37 por la empresa de Germán Efromovich, siendo la fecha estimada de finalización en el año de 1998, pero la entrega tuvo un retraso de casi dos años entre la operación y la contratación, por lo que la plataforma que inicialmente costaría US$280 millones terminó costando US$350 millones, una vez más una gran pérdida para el Estado.

Plataforma P-40: una situación similar a las ocurrida previamente ocurrió con la contratación, sin licitación, de la plataforma P-40, que se instalaría en el campo de Marlin. Dicha plataforma debería haber estado operando en 1999, pero fue entregada sólo dos años más tarde. El valor de la plataforma P-40 debió ser de US$ 300 millones, pero terminó costando US$400 millones para Petrobras.

Sondas: Amaral dice que también tuvo conocimiento de los problemas en la adquisición de Marítima, por Petrobras, de seis equipos de perforación denominados "Las Amatistas". Contractualmente se pactó que dichas sondas serían diseñadas para perforar la plataforma continental en hasta 1.200 metros de profundidad, a un costo de US$80.000 por día de uso. El procedimiento de licitación para la compra de seis sondas requerida que serían entregados en un máximo de 18 meses después de la contratación. Con la excepción de Marítima, todos los competidores se negaron a cumplir este plazo, al comprender que sería absolutamente imposible.

En este contexto, habiendo ofrecido la única propuesta que pretendía cumplir el plazo apretado, Marítima ganó la licitación. Sin embargo, prevaleció la imposibilidad absoluta de cumplir con la fecha límite. Las dos primeras sondas proporcionadas por Marítima obtuvieron que sus plazos de entrega fueran ampliados en casi un año. Este retraso privilegiada a Marítima a expensas de otros competidores y causó daños ​​notables a Petrobras. Marítima, de hecho, no cumplió con el proceso de licitación. Delcídio es consciente de que Petrobras, con el fin de ampliar el plazo, firmó "órdenes de cambio" con Marítima, cambiando el diseño de las sondas para aumentar el potencial de la perforación hasta 1.500 metros de profundidad. Era una justificación alegada para justificar los retrasos. Además, esta alteración, no está en el proceso de licitación, dando un plazo para aplicar un sobreprecio contra el Estado.

Delcídio Amaral es consciente de que estos retrasos sucesivos han costado millones a Petrobras y en consecuencia al país. Tales irregularidades llevaron a Delcídio Amaral, uno de los directores de Petrobras después de la dirección de Joel Rennó, a promover la cancelación de los contratos con Marítima, generando contrademandas multimillonarias de arbitraje en los tribunales de Londres y Nueva York".

LO BARATO SALE CARO

El peor accidente en la historia de Petrobras se produjo en la madrugada del 15 de marzo de 2001, después de tres explosiones sucesivas en la plataforma petrolera P-36, instalada en el campo de Roncador, costa norte de Río de Janeiro. En total, 11 trabajadores murieron. Cinco días más tarde, 40 toneladas de la estructura contratada con Marítima de Efromovich estaba en el mar. En ese momento, era la mayor plataforma semisumergible en el mundo.

Los técnicos concluyeron que hubo errores en la construcción de plataforma totalmente manufacturada en el exterior a través de un “contrato llave en mano” que impidió el seguimiento de las etapas importantes de la obra. La plataforma llegó a Brasil en diciembre de 2000 con más de “500 casos de incumplimiento”.

Se supo después que sólo actuaron como intermediarios del contrato (gerentes de una reforma) el yerno del presidente Fernando Henrique Cardoso, David Zylberstajn y el empresario Germán Eframovitch, propietario de Marítime Marino en compañía de una "prueba-rail "los tucanes que tenían las compañías shell Offshore en el extranjero y de inclinación en las Islas Caimán.

La construcción de la plataforma P-36 se inició en Italia en 1995 con un casco semi-sumergido (con la estabilización de las columnas) y terminó en Canadá en 2000. Fue llevada al ‘Campo  Roncador' de Petrobras en la cuenca Campos, a 130 kilómetros la costa del estado de Río de Janeiro, para producción de 84.000 barriles de petróleo por día.

Por el contrato de diciembre de 1996, la plataforma costaría US$356 millones. El precio final fue de US$500 millones, la misma cantidad de seguro contratado por Petrobras por pérdida total. Petrobras firmó un acuerdo con Marítima para adquirir la plataforma, entonces llamada Espíritu de Colón, construida en 1994 por un grupo italiano.

Era una transformación. Diseñada para pozos en aguas profundas de perforación tendría que ser transformada en plataforma de producción (con el equipo para tratamiento de crudo). Según Petrobras, el contrato preveía el pago de US$356 millones en el contrato de arrendamiento de 12 años. La página web de Marítima afirmaba que la cifra fue de US$350 millones.

Marítima transporta la plataforma de Palermo en Italia para el astillero de Mill Davie en Quebec (Canadá). La P-36 sería capaz de una producción diaria de 150.000 barriles de petróleo y se instalaría en el campo de Marlim, en la Cuenca de Campos (Río de Janeiro). Pero Petrobras decidió que la P-36 debe ir al campo de Roncador, también en el norte de Río. El proyecto fue adaptado y ampliado a lacapacidad de 180.000 barriles por día.

En agosto de 1998, el grupo de control del astillero de Davie se declaró en quiebra, causando trastornos en la agenda de trabajo. En mayo de 1999, Petrobras intervino en el contrato con Petromec, una subsidiaria de Marítima. Dijo que Petromec no "logró recaudar los fondos necesarios para continuar el trabajo", y se hizo cargo de la reforma de la supervisión en Canadá.

Petrobras comenzó a pagar directamente a las empresas subcontratadas por Marítima. El P-36 llegó a Río en noviembre de 1999 y comenzó a operar en mayo de 2000. Petrobras dice que la diferencia de US$144 millones fue causado por errores y retrasos en la entrega. Marítima dijo que entregó la plataforma a tiempo y con las especificaciones exigidas.

DOCUMENTOS COMPROMETEDORES

En noviembre de 2015 la Policía Federal de Curitiba capturó al ganadero José Carlos Costa Marques Bumlai, muy amigo del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva. Tuvo libre acceso a las oficinas de la Presidencia durante los ocho años del mandato del Partido de los Trabajadores. Es un personaje muy importante en el rompecabezas del esquema multimillonario de la corrupción en Petrobras.

Desde 2002 Bumlai y Lula se convirtieron en amigos cercanos y el ganadero, quien contaba con más de 100 mil reses, fue su consejero en políticas rurales. Se ganó el respeto en el entorno político de Lula y, según el juez, Bumlai participó en la trama de soborno y usó el nombre Lula para obtener beneficios. Tuvo contratos con Petrobras y ayudó al PT con dinero de urgencia para pagar las deudas de la campaña de reelección de Lula.

Cuando la Policía Federal lo detuvo, Bumlai se negó a colaborar en un primer momento. Tras dos semanas en una celda en Curitiba decidió hacer una confesión. Reconoció que contrató un préstamo de R $ 12 millones reales del Grupo Schahin que serviría para sobornar a las campañas y se utilizó para silenciar al empresario Ronan María Pinto, que amenazaba con involucrar a Lula, José Dirceu (abogado que asesoró en Efromovich en Portugal) y a Gilberto Carvalho.

Allanamientos realizados en el apartamento de Bumlai en Sao Paulo descubrieron documentos bastante esclarecedores relativos a los negocios con la compañía Marítima Petróleo e Engenharia Ltda., de Germán Efromovich, quien ha tenido vínculos con el ex presidente Lula por muchos años.

Dan fe que Marítima consiguió contratos jugosos para proporcionar servicios relacionados con las plataformas de operación de Petrobras, muchos de los cuales no se completaron. Para los investigadores de “Lavajato”, la documentación de Bumlai lleva a concluir que "se puede suponer que José Carlos Costa Marques Bumlai ha utilizado sus contactos políticos para influir en la contratación de Marítima Petróleo e Engenharia Ltda.para el fletamento y la provisión de equipos de perforación que operan servicios a Petrobras", concluye el documento elaborado por la fuerza de tarea de “Lavajato”.

SOBORNOS DISFRAZADOS DE “ASOCIACIONES RENTABLES”

El pasado 15 de junio Primera Página reveló que el dueño de Avianca fue acusado por Expedito Machado Neto (hijo del expresidente de Transpetro - una subsidiaria de Petrobras) de haber girado sobornos a través de HR Financial Services, 28 millones de reales (US$8 millones) a una cuenta de la familia Machado en el Hsbc en Suiza.

Germán Efromovich se negó a pagar sobornos, pero construyó “una manera más creativa que pagar una ventaja indebida” en los contratos estatales (construcción de barcos en los astilleros Mauá Jurong, en Niterói, y Eisa - Ilha S.A, en la isla Governador (Río de Janeiro).

Synergy de Efromovich controlaba los astilleros brasileños Mauá Jurong, en Niterói, y Eisa - Ilha S.A, en la isla de Governador (en Río de Janeiro). El astillero Mauá Jurong ganó un contrato “llave en mano” para construir cuatro barcos para transporte de derivados para Transpetro, por un total de US$277 millones.

​Sergio Machado, ex presidente de Transpetro, confesó a los fiscales que buscó a Germán Efromovich casi un año después de que le otorgó la licitación de Transpetro, para preguntarle por la “propina” por el 1% del valor del contrato.

"Germán Efromovich y el padre del declarante (Sergio Machado) se acercaron al punto de que, en algún momento, el padre del testigo le pidió sobornos a Efromovich del 1% de la base de los contratos firmados por las empresas con Transpetro, pero que, en un primer momento, Efromovich se negó a pagar la cuota solicitada", dijo Expedito, según aparece en los documentos.

"Dijo que no le daba apoyo a los políticos, pero indicó que estaría dispuesto a presentarle  inversiones no relacionadas con Transpetro en las que el declarante podía tener un rendimiento al menos de igual magnitud", dijo el padre, Sergio Machado.

​El ex presidente de Transpetro le propuso llevar a cabo la “inversión” en forma de transferencias en campos de petróleo en Ecuador, en colaboración con su hijo Expedito Neto. Al final de la inversión, Machado se embolsó 28 millones de reales, que se pagaron durante más de tres o cuatro años a una cuenta de Hsbcen Suiza.

​El acuerdo de inversión con la empresa HR, controlada por Efromovich, se hizo de tal manera que el “valor era aproximadamente la cantidad solicitada como sobornos por el padre del testigo en relación con los contratos de las empresas de Germán con Transpetro ", dijo Expedito.

Publicado: 11/08/2016  17 y 45 P.M.

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