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Se reventó Plataforma Universal que vendió “libranzas preñadas” y dejó roto de $16 mil millones

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Aunque Plataforma Universal se presentaba como una de las pocas comercializadoras de librenzas que pasó la tormenta que arrastró al negocio en 2016 y 2017, en verdad venía escondiendo un muerto en el closet desde hace tiempo. Controlada por Carlos Felipe Alvarado Vergara y María Claudia Vargas Gómez dejó colgados a ilustres actores de los mercados financiero y bursátil colombiano que les compraron carteras que resultaron “empelotas”, con portafolios “gemeliados” y con certificados de custodia que resultaron ser falsos.

Por Héctor Mario Rodríguez

 

Plataforma Universal S.A.S., creada en abril de 2011 y dedicada a operaciones de compraventa de cartera de libranzas, decidió declararse en estado de iliquidez y en imposibilidad de cumplir las obligaciones con los inversionistas por unos 16 mil millones de pesos.

El nuevo capítulo en el descalabro del negocio de las libranzas tiene que ver con dos conocidos actores del mercado financiero: Carlos Felipe Alvarado Vergara, quien hizo parte de la comisionista Profesionales de Bolsa y como banquero inversión en Alorco prestó asesorías para Transmilenio; y María Claudia Janeth Vargas Gómez, quien fue presidenta de Fiduagraria entre el 12 de julio de 2001 y el 23 de enero de 2004.

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La voz de alarma la dio el pasado 12 de julio de 2018, durante una Asamblea de Accionistas, el revisor fiscal de Plataforma Universal S.A.S. quien se abstuvo de expresar una opinión de auditoría sobre los balances de la compañía:

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Algo que sorprendió a propios y extraños porque María Claudia Vargas Gómez y su Plataforma Universal eran presentados como el mejor ejemplo de que el negocio de comercialización de derivados de libranzas, en el ojo del huracán porque dejó descalabros por más de $2 billones durante los últimos años, era viable. Tanto así que fue invitada a una sesión en el Congreso colombiano en donde se discutió hace pocos meses un nuevo marco regulatorio para las libranzas.

A la empresa no le quedó más alternativa que reconocer que había una insuficiencia en el activo que respalda las operaciones de compraventa de cartera. “La estructura de financiación de la compañía no fue eficiente (tanto en el calce de plazos como en el costo del dinero recibido), razón por la cual, parte de los contratos de compra de cartera están descubiertos”, dijo en una declaración juramentaba María Claudia Vargas ante las autoridades el pasado 26 de julio.

En verdad Plataforma Universal estaba colocando entre los inversionistas cartera con “pajaritos preñados”. Contaba con 7.774 operaciones de crédito vigentes al corte abril 30 de 2018, las cuales presentan un saldo vigente de capital de $7.059.025.032,00 y un valor futuro por recaudar de $10 706.702.928,00.

Los documentos de la compañía aseguraban que había 16 fondeadores (inversionistas) cuando en verdad los contratos de inversión vigentes eran con 23 fondeadores (es decir había siete contratos sin operaciones asignadas en su propiedad). Por lo tanto hay una sustancial diferencia contable entre el activo existente y aquel vendido a inversionistas. La situación financiera se hizo insostenible y en junio propuso renegociar los contratos suscritos e inició esfuerzos para refinanciarse.

Algunos de ellos - los que representaban el 70% de la cartera - estuvieron de acuerdo en capitalizar el 30% del “hueco” pero una vez comenzó la verificación de la situación (derecho a auditoría semanalmente y seguimiento de cartera siniestrada) aparecieron los ya conocidos problemas en el negocio (remember Estraval, Elite, Suma, etc) como que la calidad de cartera vendida no correspondía con la oferta inicial y características del contrato, la información era manipulada, la cartera se vendía dos veces, había libranzas activas desde 2013 que nisiquiera habían recibido el primer pago, y eso… para empezar.

Y como ocurrió en las demás novelas con las libranzas había un juego societario incestuoso de migración de libranzas que contaminaba la toxicidad de las otras empresas: en la misma sede de Plataforma despachaba la originadora Unisercoop (de la que Alvarado es directivo desde 2009) y se relacionaban Plataforma Credit SAS, Alpha Capital SAS, Innova Gestión de Negocios, Platacoop, Cooperativa Multiactiva de Solidaridad Integral, Cooveteranos, Coonalfa, Fundación Tu Mano en mi Mano, Coopsolidaria. Los auditores eran de Audinet Consultores SAS.

Una debida diligencia más profunda exigió la entrega de las copias de las libranzas y el primer hallazgo fue que al menos el 50% de las libranzas estaba en custodia en las instalaciones de Plataforma Universal en el Barrio La Soledad de Bogotá, cuando debería estar con en el custodio -  AdeA Administradora de Archivos SAS, de la española Administradora de Archivos SAS.

Los inversionistas elevaron una solicitud al custodio AdeA Administradora de Archivos SAS que descubrió que los certificados de custodia son falsos 

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Con esa evidencia no había salvamento posible, máxime cuando los dos accionistas de Plataforma, se habían “ranchado” en una oferta de arreglo basada en el valor futuro y no el presente de la cartera. Y para completar Plataforma Universal tiene contratos de compraventa de cartera cuyas condiciones no la hacen viable por el estrecho margen que existe entre la tasa de colocación (30 0% EA) y la tasa a la que fue descontada la cartera vendida (entre 23.8% y 26.84% EA), situación que no es sostenible en ei tiempo.

A 30 de junio de 2018, la empresa presenta vencimiento de las obligaciones de pago con los siguientes inversionistas quienes decidieron denunciar la situación ante las autoridades de control:

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En conclusión: Plataforma Universal venía vendiendo cosas que no existían. No hay pagos al servicio de la deuda con los inversionistas, ni a las obligaciones tributarias con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, a empleados y proveedores, y bancos. Y buscará la reestructuración de acuerdo con lo previsto en la Ley 1116.

La Superintendencia de Sociedades ordenó la operación de desmonte tras someterla a control, máximo nivel de supervisión y prohibió a los administradores y empleados la constitución de garantías que recaigan sobre los bienes propios y realizar enajenaciones de bienes u operaciones que no correspondan al giro ordinario de los negocios sin autorización previa de la autoridad.

Un sargento primero había alertado desde agosto de 2017 lo que venía ocurriendo con Plataforma Universal. Puso en conocimiento de la Superintendencia Financiera hechos graves que venían ocurrido, los que fueron  enviados por competencia a la Superintendencia de Economía Solidaria que en el escándalo de las libranzas brilló por su ausencia (controlada por políticos que rendían cuentas a "La Gata"):

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